Comunicación científica ... ¿Existe formación?
Dra. Denise Loya García

Como investigadores médicos, sabemos que la importancia de la investigación radica tanto en las ideas como en saber cómo comunicarlas. La comunicación científica es parte de nuestra vida diaria; como médicos debemos informar a nuestros pacientes sobre sus padecimientos y tratamientos, dar conferencias, escribir artículos o propuestas científicas.

Por esta razón, estoy muy agradecido de haber sido aceptado como uno de los 10 miembros internacionales de segunda generación del programa de Becas de Capacitación en Comunicación Científica que ofrece la Asociación para la Investigación en Visión y Oftalmología (ARVO). Este programa tiene una duración de 1 año y tiene como objetivo enseñar a los jóvenes investigadores a comunicar la ciencia de manera efectiva y de esta manera aumentar el interés en la investigación y atraer al público en general. El objetivo es generar conocimiento, facilitar su comprensión y, sobre todo, demostrar el valor de la investigación en oftalmología y ciencias visuales, así como promover una relación duradera entre los jóvenes investigadores y ARVO.

Durante este año de formación, realizamos diversas actividades para generar interés e involucrar a todo tipo de público, aprendimos cómo hacer una nota de prensa, y se nos brindó estrategias y consejos enfocados en cómo crear y presentar una propuesta más efectiva y de alto impacto cartel y presentación oral. Uno de los proyectos más importantes de este programa fue el diseño y organización de un gran evento de comunicación con participación comunitaria, el cual desarrollamos exitosamente y pude compartir con otros compañeros y nuevos integrantes del programa al finalizar el curso durante el reunión anual de ARVO. Tuve la oportunidad no solo de contar mis experiencias y aprendizajes con mis otros compañeros, sino también de crear comunidad y relaciones que aún hoy están presentes.

Estas herramientas me han permitido comunicar mis ideas y las de mi equipo, así como nuestro trabajo e investigación de manera efectiva, a una audiencia más general y no científica. Esto es asombroso, porque cuando sucede, la ciencia crece, progresa, fomenta la colaboración y la innovación. La comunicación adecuada genera apoyo para la ciencia y una comprensión más amplia para la sociedad. Motiva una toma de decisiones mucho más informada y nos permite acceder a audiencias que tradicionalmente han sido excluidas del proceso científico. Esta comunicación implica transmitir información relacionada con la ciencia de una persona a otra a través de diferentes canales que van desde un tweet hasta un artículo científico revisado por pares.

Afortunadamente, los programas de enseñanza para la comunicación efectiva están aumentando y las herramientas para desarrollarlos están siendo reconocidas como habilidades básicas que todo profesional debe tener. Esta beca me ayudó a tomar conciencia de la importancia e impacto que tiene una comunicación clara y concisa, creó en mí una motivación para buscar y generar estrategias para hacer la ciencia, pero sobre todo visual y oftalmológica más atractiva e inclusiva para todo tipo de público. Recomiendo mucho esta experiencia y aprendizaje y espero que, al igual que yo, sorprenda y motive a más investigadores jóvenes a participar en este tipo de formación.