Experiencia de la beca Gillingham:
Dr. Arturo Santos

29 julio 2020

Definitivamente, ser beneficiario de la Beca Panamericana Gillingham (1995) tuvo un impacto muy significativo en mi desarrollo profesional. Este premio me brindó la oportunidad de haber sido considerado y admitido en uno de los mejores programas de formación en retina médica y quirúrgica del mundo, ya que el prestigio de los patrocinadores de la beca es considerado muy importante por los comités de admisiones correspondientes. Vale la pena decir que el apoyo económico asociado a esta beca proporciona los recursos necesarios para una estancia en el extranjero. 

Personalmente, haber obtenido este reconocimiento me ha dado una gran satisfacción no solo en el ámbito profesional sino también en mi vida personal. El haber tenido la oportunidad de conocer y aprender de grandes maestros y líderes del área, me permitió desarrollar habilidades que me han sido de gran utilidad a lo largo de mi vida profesional. Aprendí diferentes enfoques para generar propuestas innovadoras a problemas con una perspectiva multidisciplinar y adquirí habilidades que me han permitido involucrarme en la investigación traslacional para generar un impacto científico y social relevante. La convivencia diaria con colegas de varias nacionalidades y diferentes formas de pensar enriqueció mi pensamiento y gané amistades que siguen siendo una parte importante de mi vida hoy. Gracias a esta experiencia incurrí en diversas áreas como el emprendimiento de base tecnológica y la generación y aplicación de modelos de gestión de la calidad, dando como resultado la generación de patentes, productos aplicados en oftalmología y varios premios como el Premio Iberoamericano de Calidad.

Comprendí que el aprendizaje continuo dentro de las comunidades académicas es parte integral de la vida profesional de todos los médicos, además de ser parte de la formación de capital humano de alto nivel. Esta experiencia se vio reflejada años después al ser fundador de un Instituto de Investigación en Oftalmología y Ciencias Visuales y de dos programas de alta especialidad en instituciones de Retina Médica y Quirúrgica de educación superior.

Espero que la descripción de mi experiencia como receptora de la Beca Gillingham pueda servir de motivación a muchos oftalmólogos jóvenes en formación, para participar en el proceso de selección y obtener una formación clínica formal en una institución de renombre internacional para que, una vez que regresen a su país de origen, pueden generar un impacto relevante en el área de la Oftalmología, en su comunidad y en su vida profesional y personal.

Dr. Arturo Santos
Especialista médico y quirúrgico en retina
Zapopan, Jalisco, México

 

De izquierda a derecha:
Daniel Rosberguer MD PhD (investigador clínico);
Arturo Santos MD (investigador clínico);
Mark S. Humayun MD (facultad);
Ingrid Zimmer-Galler MD (investigadora clínica);
Eugene de Juan Jr. MD (facultad);
Julia Haller MD (facultad);
Peter A. Campochiaro MD (facultad)